All these accidents that happen, follow the dot, coincidence makes sense only with you, you don't have to speak, I feel emotional landscapes, they puzzle me, then the riddle gets solved and you push me up to this state of emergency, how beautiful to be, state of emergency is where I want to be.

lunes, 11 de junio de 2007

Sábado 9 de junio

Vamos a ver una obra de danza con una amiga. No nos dejan entrar porque llegamos tarde. Me puteo con el tipo de la boletería: dos minutos tarde.

Nos tiramos el lance de entrar a otra obra en otra sala. Tenemos suerte. Es el estreno de una obra de un grupo de vanguardia y bla bla. Empieza bien, los cuatros bailarines tienen trajes de gimnasia marca Adidas. Verde, rojo, celeste y blanco. La obra se llama Olímpico.

Mientras los intérpretes se mueven lentamente, el hombre que está sentado al lado mío lanza un gran vómito sobre la cabeza del espectador sentado adelante. Su mujer lo agarra de los hombros, bajan la escalera tambaleante. Nos quedamos heladas, la obra sigue: dos de los actores se convierten en enanos y bailan sensualmente sobre un piano vertical. Nos reímos a carcajadas, sus manitas nos parecen patéticas. Tienen el jogging trepado hasta arriba del ombligo. Pienso en lo fácil y engañoso de la figura humana. Somos seres deformes, a pesar de todo.

Comemos milanesas en un restorán con aspecto lavado. La amiga de mi amiga tiene una vincha de corazoncitos rojos. Es muy simpática y luminosa. Cuenta que se acaba de separar del marido: me cuesta creer que siga en pie y con corazones en la cabeza pero le creo. Tiene la piel blanca sin ni una arruga. Los ojos son celestes y despiertos. Es muy ella y de pronto mi remera de lycra turquesa ya no me parece divertida. Parezco una figura congelada en la década del noventa.

Llego a lo de L. C. Tomamos un fernet con coca diet, un asco, pero ya me acostumbré a los hábitos de mis amigas anoréxicas. Nos reímos, escuchamos Brazilian Girls y para variar suena completamente diferente que en mi casa o en la oficina. Vamos a la fiesta. Llega M, nos encontramos con S... Bailamos, robamos alcohol y nos hacemos amigos. Bailamos desenfrenadamente los hits de la década pasada sin importarnos nada.... Todo se va deformando hasta que somos una gran masa de seres transpirados que obsesiva y felizmente saltan hasta el techo. La casa está que explota. Hay un aire a lisergia que va in crescendo. Suena una banda, en algún momento, pincha una DJ, la gente bebe, se droga, se abraza afiebrada. Yo me siento afiebrada y libre por primera vez en meses. Y entiendo un par de cosas que en ese momento no puedo nombrar, pero las entiendo inmediatamente. Tengo sed. Los hombres intentan besarnos, un poco los dejamos, otro poco no. Me empieza a resultar divertido el jueguito, sé que no conduce a nada relevante y por eso me da un inmenso placer. Alguien me dice que tengo actitud pero que soy muy cruel, otro saca una camarita y posamos todos. Ponen algún tema electro (al fin música, grito) y me descubro sacudiendo el flequillo y bailando con los puños apretados. La rockeamos hasta las 7.

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