Días

Me voy al fin del mundo, amor
Voy al páramo verde y húmedo
donde el cielo es espeso y
no hay nada más que pájaros
y silencio.

Me voy para contar los días hasta verte de nuevo.

Observaciones II

Odio hablarle a la pared.

Traducción

Traducir el currículum vitae al portugués es como traducir 30 años de vida, haciéndola encajar en un puñado de palabritas juguetonas y cantitos derrapados. Será una lectura más tropical de mi vida, al fin? La empresa parece divertida, pero en un punto no lo es. Tal vez sea hora de dejar de lado las aficiones integradoras y abarcativas, la coherencia y el tiempo inequívoco para jugar a equivocarse de una buena vez.

Vivir entre palmeras, asoleada y musical los 365 días del año NO es una mala idea.

Obesrvaciones I

El Jefe es siempre el enemigo.

Observaciones

Algo decididamente no anda bien. Me falta el aire, la mente está oprimida, siento un agujero en el corazón. Temo saber el motivo... No me gusta nada esto.

Pensé en hacer un curso intensivo de tantra, destinado a "abrir el corazón y desbloquear", pero intuyo que no es a Osho a quien necesito. No es trabajo corporal, no es terapia, no es nada de eso. Es otra cosa. Pero como mi configuración es un entramado y no una línea, como le comenté a alguien hace poco, naturalmente no tengo una respuesta clara para todo esto.

Sólo un puñado de sensaciones, y todas en la misma dirección. A veces complejizo tanto que pierdo de vista las señales más obvias.

Estoy empachada de mí misma.

Mecanismos de una relación a distancia

Me enojo con vos por lo que no sos - me enojo para no sentir cuánto te extraño y quiero - me aflojo, lloro un poco, te necesito - te asustás y desaparecés.

Me acerco a vos contenta - te abrís, te reís y suspirás - siento que me querés y que lo nuestro es verdadero - percibo un acuerdo tácito.

Me enojo porque no me contestás - reclamo - hago crisis y entonces vos también hacés crisis - dudás y no sabés qué hacer - te digo lo que tenés que hacer- te pregunto si querés cortar- me decís que no pero no podés decir concretamente que me querés - sufrís, buscas que te tenga lástima, hacés una escena - yo me doy cuenta y te contengo - nos amigamos - siento que te quiero porque sos inocente - me pregunto hasta cuándo voy a esperarte.

Hacemos crisis una semana antes de vernos - nos amigamos a través de un email tuyo 100% operativo - cuando nos vemos nos morimos de amor, nos damos cuenta cuánto nos extrañamos a la distancia, pero no decimos verbalmente nada de esto, nunca - la pasamos re bien, fluimos, nos pasa de todo - hablamos sobre nosotros, generalmente el domingo antes de tomarme el avión - te paralizás, decís que no sabés qué hacer, te da miedo que a veces las cosas sean tan buenas, que funcionen - decís incoherencias y yo hablo demasiado - me siento dolida por tus afirmaciones aunque me parezcan infantiles- te pregunto cuándo nos volvemos a ver y sacamos el calendario - nos besamos - nos despedimos a las cinco de la mañana en un aeropuerto o una estación de ómnibus en algún lugar de Brasil.

Nos vemos una vez por mes - el resto del tiempo sufrimos.

Neoromantic

Hoy compré flores por internet.

Corporal

Ayer fui a bailar contact a un estudio de danza y... no sentí nada. Me pregunto de qué se trataron los últimos 7 años de mi vida, corporalmente hablando. No siento deseos de bailar, ni de moverme ni de explorarme. Mis verdades ya no están en los huesos y los músculos, son inmateriales. Paradójicamente siento la percepción más abierta que nunca. Extrañas sensaciones. Sin mucha voluntad para analizar lo que es. Más definición, más foco. Más identidad. Listo.

Habré estado tantos años bailando para delimitarme a través del cuerpo? Recuerdo la desesperación, la urgencia de sentir. Y no poder... Hoy me queda una herida en la ingle y pienso: qué siginificará esta calma en la que naufrago hoy. La verdad es que no tengo ganas de perder energía averiguándolo.

Peaches!

Súbito

Buscaba algún lugar donde anclarme, una roca, un hombre, una canción.

Chau

El enemigo

Suena la alarma
nearby foe,
modo de emergencia now.
Correr iracunda,
correr por encima del peligro y
escapar del dolor.
Ya.
Anesteriarme.

León II

Me acuerdo de la noche en que le conté, sobre mi acolchado fluorescente, que me sentía como un invertebrado... Ya no sabía como contener mis órganos y mis huesos, toda mi estructura se iba como si fuera una diarrea.

Leoncito escuchaba en silencio; los dos abrigados, sin prisa, felices.


Me recomendó que leyera un libro de Deleuze, o Derrida -ya no retengo este tipo de información- que hablaba sobre perder los órganos. Nunca lo leí.


De pronto me encuentro vertebrada, segura y a la vez completamente desapegada de esa mujer y de esas situaciones.


Detached. Me gustaría encontrar ese término en español...

León I

Leoncito se paseaba ante mis narices y yo me relamía porque estereotipo y sensación coincidían. Para mi ser dual esto era como un banquete de felicidad. Los narcóticos subrayaban mi devoción: lo amé desde el primer momento en que amanecimos entrelazados.

Leoncito me hablaba y yo le creía todo, pues nada tenía sentido y eso era realmente embriagador. Pensamos que al perdernos en la humareda estábamos encontrándonos. De noche yo dormía mientras él me observaba fumando... recuerdo pensar que de eso debía tratarse el amor. Y no de otra cosa.

En las tardes paseábamos de la mano por Buenos Aires y hacíamos formas con nuestro aliento en el aire, por las noches bailábamos y sacábamos fotos locas desnudos. Con él nació mi amor por la fotografía.

León

Eras la luna y las estrellas

mi adormecedor de mares

leoncito desmitificador,

contigo los órganos se escurrían

como el agua en un río

y cómo yo te amaba.

Roedora

Ya el verbo no era vomitar, era apaciguarse y creer. Devolver para vaciarse y ahí prenderse como un alfiler de la inutilidad y el tiempo congelado, los preceptos apostólicos y las verdades a medias. Un alfiler para sangrar y constatar. Dixit. No, gracias, siguiente pregunta.

-Y la incomodidad del silencio? La falta de respuestas?

-Inconcebible. Yo no tengo mecanismos pues soy el fin mismo, en mí misma muero y renazco permanentemente; exhibiendo mis carnes como un trofeo de la devoración.Son mi trofeo y yo soy mágica!

-No. Tu eres una mujer descalza de ojos tristes y nada más que eso. No necesitas nada más que eso!

- Quisiera vaciarme hasta volverme transparente y despertar rodeada de rosas. Pero no puedo, Mi boca late de falsa desesperación: dónde abrá un hueso para roer y anclarme posesiva? Sin lastimarme las rodillas y el pecho el ascenso carece de diversión. Mis manchas atestiguan mi dolor gozoso. Soy un páramo.

- No!! Eres un valle tranquilo a lo lejos, las manos blancas tendidas hacia arriba y siempre corriendo hacia el viento.

- Me refuso a imaginar ese paisaje. No soy un animal feliz. No soy mujer, soy bestia! Porqué debo llorarme entera para que lo comprendas?

- Lo comprendo. Quiero que tomes mi mano y dejes de sollozar, yo estoy contigo porque yo soy ella, y juntas somos una.

Semántica

Ayer lo miré a Julián straight in the eye y le dije: quiero intentar mantener el eje. Sí, me contestó, porque te están pasando cosas muy productivas. Y yo que había planeado plantarme sin más y decirle que sólo iba a ir a terapia dos veces al mes (lo cual, después de CINCO años, me parece justo y razonable). Pero rápidamente me di cuenta que la línea entre la cordura y las mil películas en las que entro como un caballo ES MUY DELGADA. Asique seguimos en el mismo barco, mi aliado y yo.

No sé por qué pero esta vez la despedida con Bruno fue muy dramática, le conté. "Me lloré todo! Lloré el domingo cuando se fue, lloré esa noche mientras me tomaba una cachaça para olvidar, lloré al día siguiente en el aeropuerto, lo llamé y le lloré al teléfono, lloré en el avión..."

"Menos mal que fue dramática y no trágica", replicó.

En las fotos del fin de semana B no aparece, me olvidé de sacarle. Eso, intuyo, es un GRAN AVANCE. Siempre que lo veo le saco diez mil fotos, PARA TENER MATERIAL LACRIMÓGENO a la distancia y sostener la fantasía de que yo en Buenos Aires y él en Brasilia es igual a desintegración.

Evidentemente el problema es la confusión entre drama y tragedia.

My love for Hernán Crespo

Escuchando a Axel Krygier cantar sobre la profundización de la locura y la contradicción entre el pensamiento y el sentimiento de una manera muy graciosa, me pregunto porqué en este momento me encuentro en una oficina muerta de frío y aburrida cuando podría andar livianamente caminando por la arena caliente como el fin de semana pasado. Estoy en problemas. Ya no considero la vida en términos de trabajo y ocio, trabajo y vacaciones (ese término me da alergia). Mi vida terrenal, irónicamente, me ata a una serie de responsabilidades que, bueno, ya no me caben en la cabeza. Qué hacer?

Me cuesta pensar que toda mi vida útil se va a ir en estas disquisiciones mentales, en vez de largarme de lleno encontrar lo que realmente quiero. Algunos realmente no soportamos los horarios y las oficinas, los jefes a los que debemos respeto so pena de muerte, los excells y las normas. Hoy mandé al mío a la mierda.

Crisis vocacional y polar. Anoche dormí con la calefacción en 25 grados, a ver si en sueños me creía que estaba en el trópico.

La imagen de Hernán Crespo sumó al falso optimismo de mi velada con sopa de cabellos de ángel. Quiero que Hernán Crespo me dé un beso con esa bocota medialuna y me envuelva con sus piernas de acero. Encima se cortó el pelo y eso, por supuesto, contribuye a mi enamoramiento.

Quiero viajar.

Palabras III

We love the firecrackers in your eyes, we adore you and worship you, little frog.

Palabras II

etílico
inexplorado
crustáceo
irreverente

Palabras

ápice

enajenador

filántropo

esterlino

pérgola

acantilado

fueye

imperativo

Chiquito

Quiero pegarme una calcomanía en el pecho que diga cuánto lo quiero y cuántas cosas le agradezco. En la cara creo que no podría decírselo jamás porque me pondría colorada y cursi y eso lo incomoda.

Lo quiero especialmente en las mañanas, cuando en la cama retuerce sus pies contra las sábanas, y cuando come chocolates y se peina a la gomina para salir, con cara de preocupado. A la distancia eso es lo que más extraño, sus suspiros y sus sutilezas, su lentitud y su luz, su disposición, sus abrazos sólidos y sus colores.

Este fin de semana entendí que hay una vibración que nos conecta, un hilito frágil y a la vez pleno que atraviesa los kilómetros que nos separan. Sé que estoy con él simplemente por las inmensas ganas de vivir que me imprime cada vez que estoy cerca suyo, como hipnotizada, porque él es puro amor, pura amistad, puro dar y reir. Y lo más hermoso es que no lo sabe.

Fin de semana

Ezeiza

Mira a su alrededor: sola en un aeropuerto, sola ante el despegue y la despedida. Sola. La gente fuma amuchada en un cuarto de vidro, le parecen ratas de laboratorio. Fuman apoyados contra la pared, fuman sentados; todos con un aire fugitivo. Se sienten observados; ella está tan cansada que los examina con su mirada dura sin más y deja el juicio a la vista.

Camina con letargo por un pasillo marrón e interminable, pisos de goma y azafatas argentinas. Intenta dormir en un sillón, una pareja de españoles juegan al nintendo juntos, ella con una remera de Hello Kitty y el enamorado. Le parece cruel, no quiere mirarlos de lo bellos que son. Se siente sola.

Se sienta en el bar Blue Sky con un vale en la mano; a cambio le dan una gaseosa y un sandwich de hace una semana. Se le revuelve el estómago, mejor dicho, se le revuelve la mente. El patetismo de la imagen del queso endurecido y blanco es demasiado. Quiere llorar, no puede. No pudo en todo el día, ni después de horas de gritar y patalear ante empleados negligentes.

Le espera una noche larga en otro aeropuerto hostil y también marrón. No puede comer, no puede pensar, no puede soltar. Vaga por los pasillos con cierto goce macabro de quien se sabe próximo a la hoguera y por ende próximo al fin. Pero sabe que no es así y eso la enoja más.

Está harta de esperar y del vacío; de a ratos siente que su actual situación no es más que una alegoría de su vida. Deambulando por un aeropuerto, intentando salir y siempre volviendo. Atravesando océanos por sus falsos amores y su falsa tenacidad que no es más que miedo.

Observa otras personas que también vagan con una valija en la mano, como perdidas, mirándolo todo y a la vez mirando nada... Llaman a los pasajeros de Iberia, Giménez y Walter, Walter y Giménez. Se pregunta por qué siempre termina sola en un aeropuerto anónimo y desculturizado, aséptico. De pronto le parece que de noche estos lugares son siempre así: todos los sueños decolaron y no queda más que cenizas de cigarillos y personas vestidas de azul. Templos de melancolía, de desarraigo, luces blancas que cegan, música estridente. Vacuidad.

Necesita sentirse amada y dejar de escapar.

Rio de Janeiro

Ver a Pharrell Williams el sábado en la playa de Copacabana...

Dos deseos

Que la estepa de la incertidumbre sea la impronta de nuestra libertad sonora y no viceversa.

Que nos acune el océano hasta no precisar huir de nosotros mismos tan celestes, ni tan fugitivos.