Diario

Anoche soñé que iba hacia el centro por un camino de tierra y pasaba Dickie en una camioneta larga, llena de gente. Ofrecía llevarme. "Vamos a Punta del Este?", me preguntaba mientras todos se reían. Pero Dickie y yo íbamos en diferentes direcciones asique seguí caminando.

Todo esto después de darle un beso a Pablo, sueño que se repite una y otra vez desde hace aproximadamente diez años.

Ahora escribo un guión de radio para un programa de capacitación campesina, tema sobre el cual tengo una idea casi nula, escucho Traje de Pequeña Orquesta Reincidentes y recuerdo la última vez que oí ese disco, y el recital que dieron en Carlos Keen, que no me gustó nada.

Mientras armo un playlist encabezado por Time de Alan Parsons Project. Creo que es la canción más profunda que escuché en mucho tiempo.

En unas horas tengo una entrevista con S para hablar sobre la toma de Ayahuasca. Quiero ver algunas verdades, aunque intento no tener expectativas. Creo que a mi psicoanalista no le va a gustar mucho la idea, pensando en cómo planteárselo se me ocurrió que la búsqueda no debería acotarse a una sola cosa, so pena de marcar una confrontación ineludible cada vez que quiero encarar otras terapias. Cometí ese error con la bioenergética.

Ahora lo veo más por planos, dimensiones. Ya no pienso en términos de coherencia, porque ese es un criterio puramente racional que a esta altura estimo que no me sirve mucho.

Una compañera de laburo me preguntó si estoy preparada para tomar y creo que sí, estoy lista para volarme un poco la cabeza.

27 de octubre.